
En 2021, volví a trabajar en Disney después de tres años, esta vez con un CDI. Aunque mi idea era quedarme temporalmente, lo acepté, ya que sabía que, avisando con tiempo, no supone ningún problema para ellos. Por suerte, como yo ya había trabajado allí anteriormente, conocía muchas de las cosas con las que me iba a encontrar. Sin embargo, me encontré con algunos contratiempos.
ALOJAMIENTO
Como ya expliqué en el post de residencias para cast members, no te ofrecen alojamiento si vas con contrato indefinido, aunque sí te ayudan en el proceso. O eso pensaba yo.
Tal como dice en muchas páginas oficiales, al llegar con un CDI, te permiten quedarte en una de las residencias Disney (Boiserie o Pleiades) durante los primeros tres meses. Desde allí, te ayudarán a encontrar habitación en una de las residencias temporales, para jóvenes trabajadores/as, ya que tienen algo así como un convenio con un cupo reservado para cast members.

Sabiendo esto, escribí unos ochocientos emails antes del comienzo de mi contrato, preguntando si tendría esta opción al llegar, ya que al ir directamente desde España, no tenía dónde quedarme. Estos emails quedaron sin responder y, al llegar, fui directamente a housing para que me ayudaran. A día de hoy, no entiendo por qué no me dejaron quedarme en una de las residencias. Por suerte, sí me ayudaron a encontrar una habitación que alquilaba una mujer.
Mi recomendación: empieza a buscar por tu cuenta lo antes posible. Puedes buscar piso de la manera tradicional, pero, para comenzar, yo te recomendaría una de las residencias temporales.
En las oficinas de housing me dijeron que yo «no podía» buscar en una de estas residencias sin ser a través de ellos, pero no es cierto. Además, así puedes intentar escoger la que más te guste.
Los primeros días, me tuve que quedar en hoteles, teniendo que saltar de uno a otro, ya que reservé a última hora al haber confiado en que me darían alojamiento en La Boiserie.
Contacté con la mujer que alquilaba la habitación en su casa y me pude quedar con ella un tiempo. Gracias, Caroline.
Sin embargo, para mí no era la situación ideal, ya que prefería vivir sola. Antes de llegar, ya había mandado solicitudes en todas las residencias temporales y, finalmente, me ofrecieron un estudio en la residencia de ALFI en Bussy-Saint-Georges. Apenas un mes después de llegar, me mudé allí.
GRÈVE
Esta palabra la tuve que aprender desde el primer día que estuve allí: HUELGA. Había huelga de conductores de autobuses. No recuerdo cuánto duró, pero fueron semanas. El servicio era mínimo y muchas de las líneas se suprimieron.
El autobús es el único transporte público que hay para llegar a Disney desde muchos de los pueblos de alrededor, por lo que, inocentemente, pagué demasiados Ubers para ir a trabajar. Alguna vez, incluso me hice el camino andando, con tal de no pagar más.

Luego, Caroline, me prestó una bici que utilicé a diario, incluso con lluvia.
Unas semanas más tarde, me enteré de que Disney había puesto un servicio de autobuses solo para cast members mientras durara la huelga, de manera gratuita. Que conste que yo pregunté, pero no pregunté a todo el mundo y, sobre todo, no pregunté a las personas correctas.
DÍA A DÍA
En noviembre, cuando ya tenía alojamiento, ya había comprado todo lo necesario para hacerlo acogedor, el autobús ya no era problema porque iba a trabajar en RER y ya tenía un poco hecha mi rutina, fue cuando realmente me paré a pensar en que ahora vivo aquí, esta es mi vida.
Los siguientes meses fueron durillos, empezaba a hacer frío de verdad, casi nadie tenía ganas de hacer planes, me sentía sola. Pero esto es parte del proceso y sabía que, eventualmente, encontraría gente con la que hacer planes y viajes. También ayuda poder visitar el parque, subir en alguna atracción o ver el espectáculo nocturno.

Lo que voy a decir ahora es cursi, te lo advierto: la temporada que llevé peor, llovía casi a diario, pero también, a menudo, salía el sol aunque fuera un ratito. Nunca en mi vida he visto tantos arcoíris en tan poco tiempo. Yo me lo tomaba como una señal: «llueve, sí, pero si no no verías el arcoíris», como si el universo me estuviera diciendo, «es una mala época, pero al final vendrá algo mejor». Cursi, eh? Te lo dije.